UN TREN MILITAR, MAL LLAMADO MAYA.
Russell Peba Ocampo
Cuentan los abuelos y las abuelas mayas más primeros, los que nacieron el mundo, los que con su espíritu le dieron vida a los colores del maíz, los que se hicieron viento para que vuele su palabra por el mundo, los que le dieron vida a las cristalinas aguas de los cenotes, los que con su corazón nos abrazaron a sus hijos e hijas para recordarnos que la justicia, la dignidad, la vida y la tierra no se renta ni se vende.
Con su palabra sabia, con su memoria impregnada de esperanza, con el dolor y la dignidad en cada pliegue de su piel, con el ardiente fuego de su palabra que nos abraza simulando ser una milpa que se está quemando, nos recuerdan que los atropellos hacia nuestra cultura, el despojo de nuestro territorio y la esclavitud empezaron hace más de 500 años con la llegada de los invasores; nos advirtieron: Serán esclavas las palabras, esclavos los árboles, esclavas las piedras, esclavos los hombres, el que levante la cabeza será mordido, arderá la tierra y arderá la guerra de opresión, será el tiempo del dolor, del llanto y de la miseria. Los abuelos y abuelas llevan más de 500 años que nos advierten de lo que sucederá en estas tierras, así nos han contado.
Han pasado más de 500 años desde que llegaron los invasores a estas tierras y las heridas siguen abiertas, en los pueblos y comunidades mayas de la península de Yucatán el gobierno y las empresas juegan con la pobreza y las necesidades, nos despojan de nuestros recursos naturales y de nuestra cultura, nos reducen a “entidades de interés público” en las leyes, por lo que ellos quieren pensar por nosotros, decidir por nosotros e imponer sus proyectos de despojo, lo que para nosotros es vida y cultura, para los capitalistas/gobierno es un signo de precio, recursos que se venden a quien pague más.
En la coyuntura política actual de nuestro país conocida como “La cuarta transformación”, se han anunciado grandes obras de infraestructura para hacer de México una nación de primer mundo, no importa a qué precio; no importa si destruyen a “nuestra madre naturaleza”, no importa si perforan sus entrañas, no importa si talan árboles y destruyen la vida animal, no importa si contaminan agua, aire y tierra, nada de eso es importante para los capitalistas/gobierno anteriores y el actual; ellos dicen que es el desarrollo, dicen que ahora van a atender a los “olvidados y marginados históricamente”, con ese pretexto pretenden imponernos un tren militar que quieren vendernos como maya, un tren que nosotros los mayas que vivimos en estas dignas tierras no pedimos y por eso decimos: ¡AQUÍ NO PASARÁ!
La obra insignia del gobierno actual es la construcción de un tren en 5 Estados del sureste de la república mexicana que recorrerá 1500 kilómetros desde Palenque Chiapas, pasando por Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, su presupuesto inicial es de 152 mil millones de pesos, para beneficio de las empresas extranjeras y nacionales que han ganado licitaciones para la construcción de la mega obra, estas empresas beneficiadas son para el tramo 1 Mota-Engil México en convenio con China Communications, para el tramo 2 operadora CICSA de Carlos Slim, para el tramo 3 construcciones Urales en convenio con GAMI ingeniería, en el tramo 4 grupo ICA (ingenieros civiles asociados), tramos 5, 6 y 7 la secretaría de la defensa nacional (ejército); algunas empresas beneficiadas cuentan con negros historiales en otros países, incluso ICA y CICSA son las que construyeron la línea 12 del metro elevado en la ciudad de México que el día lunes 3 de mayo colapsó ocasionando la muerte de 25 personas y casi 80 heridos, son los mismos que construyen el tren militar y los mismos beneficiados en los proyectos insignia de la actual administración.
Según información que el mismo gobierno ha emitido, el precio inicial se ha elevado en más de 7 veces por los altos costos de los materiales y por la mala planeación del mismo, ya que hay un tramo de 49 kilómetros que será construido entre Cancún y Tulum Quintana Roo que será elevado y uno más en la ciudad de Mérida Yucatán de 14 kilómetros bajo esa misma condición, tramos que en el proyecto inicial no estaban contemplados de esa forma y que por las condiciones del suelo karstico (hueco y frágil por los cenotes) hemos advertido de los riesgos y las potenciales afectaciones al medio ambiente, ya que los cenotes cuentan con microclimas que albergan especies endémicas de flora y fauna, una vez contaminados el daño será irreversible.
Esta “magna obra”, que desde el principio de la actual administración se anunció que serviría para “detonar el desarrollo” del sureste del país, que traería grandes ganancias para los habitantes de las comunidades indígenas, que ahora sí había llegado la justicia social a estas tierras, que ahora si saldríamos de pobres, ¡MENTIRA!, el gobierno de “la cuarta transformación” anunció en el mes de marzo pasado que 3 tramos del tren serán construidos por los militares, lo administrarán en su totalidad los militares y las ganancias garantizarán el retiro de los militares, entonces NO es tren maya, es un TREN MILITAR ya que será construido, operado y administrado por militares.
Este tren militar hay que entenderlo como parte de un proyecto más grande que se complementará con el tren transístmico, que unirá el golfo de México con el océano pacífico y que servirá para el transporte de mercancías, el tren militar desde su concepción servirá para eso y también para que los turistas se transporten, este “corredor ferroviario” es parte de los planes capitalistas de expansión económica, ya que el gran negocio no es solo la construcción de un tren, sino la edificación de los llamados polos de desarrollo o ciudades sustentables como le quieren llamar para que sean aceptadas en las comunidades, ya que el término “sustentabilidad” vende y en su nombre se justifican proyectos.
En el mes de diciembre de 2018, el gobierno actual comandado por el “peón principal de la hacienda” el Sr. Andrés Manuel López Obrador anuncia su magna obra en Palenque Chiapas diciendo que le pidió permiso a nuestra madre tierra para perforarla y penetrarla, nosotros los mayas que no nos vendemos decimos que ese fue solo un acto de promoción personal para posicionar su proyecto como la solución a los problemas de las comunidades indígenas para ser aceptado; desde el principio en la asamblea de defensores del territorio maya Múuch’ Xíinbal denunciamos las irregularidades de este megaproyecto y los problemas socioambientales que traería en estas tierras mayas.
Para que este proyecto tenga “validez moral” el FONATUR (fondo nacional de fomento al turismo) contrata a ONU HABITAT por la cantidad de 5.5 millones de dólares para ejecutar el despojo de las viviendas a los habitantes en la ciudad de Campeche y de todas las poblaciones que se encuentran en la ruta por donde pasaría el tren, a día de hoy los barrios de la ciudad de Campeche se han amparado en contra de la reubicación forzada que cuenta con el aval de ONU HABITAT, ya que finalmente funciona como trabajador del gobierno de la 4T y se tiene que ajustar a los designios de su patrón, que para eso le pagan, para obedecer; al convenio le llamaron acuerdo de contribución, el contrato entre FONATUR y ONU HABITAT fue firmado el 20 de mayo de 2019.
Entre las irregularidades que se han cometido para la imposición del tren militar, tenemos en primera instancia, el espectáculo llamado “consulta indígena por el proyecto de desarrollo tren maya” fue solo un acto protocolario de simulación ya que los asistentes al citado evento no sabían realmente a lo que iban, no contaban con la información adecuada ya que hasta ese momento de la consulta que fue entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre de 2019 no se había presentado el proyecto ejecutivo, por lo que tomar una decisión era prácticamente imposible, además “el evento” no tuvo la difusión adecuada para que los habitantes de las comunidades pudieran asistir, tal como lo menciona el comunicado de la ONU el 19 de diciembre de 2019, en el cual asegura que la consulta no cumplió con los estándares internacionales de derechos humanos en la materia, los estándares internacionales de derechos humanos establecen que la consulta y el consentimiento de los pueblos y comunidades indígenas debe ser previo, libre, informado y culturalmente adecuado, en el mismo sentido, la Oficina observó que la convocatoria, el protocolo y la información presentada sólo hacían referencia a los posibles beneficios del proyecto y no a los impactos negativos que pudiera ocasionar. ¡LO DENUNCIAMOS!
En segunda instancia, desde el anuncio oficial del proyecto nosotros denunciamos que no cuenta con el Manifiesto de Impacto Ambiental, la ley ambiental de nuestro país es clara en este sentido, obliga a que se presente este estudio antes del desarrollo del mismo, que según el anuncio oficial iniciaba el 30 de abril de 2020, una vez que la licitación sea liberada y dado a conocer el nombre de la empresa que construiría el tramo 1 que va de Palenque Chiapas a Calkiní Campeche; La MIA que presenta FONATUR (Fondo nacional de fomento al turismo) ingresa a la SEMARNAT (Secretaría del medio ambiente y recursos naturales) el día 16 de junio de 2020, 2 meses después de iniciada la construcción del tramo 1 del tren militar. La ley general de equilibrio ecológico y protección al ambiente es clara, el artículo 28 menciona que se deberá presentar la evaluación de impacto ambiental de manera previa al desarrollo del proyecto. ¡LO DENUNCIAMOS!
De la misma manera, hemos denunciado en los tribunales y se nos ha concedido varios amparos y protección de la ley pero hasta el día de hoy el gobierno de la cuarta transformación no las ha acatado, violando flagrantemente la Constitución Mexicana, los jueces del poder judicial han sido cooptados por el poder ejecutivo y están a su servicio, ya que las sentencias de suspensión de la construcción del tren militar aún no se ejecutan, a pesar de varios amparos ganados por las comunidades mayas continúa la construcción del tren, desde un principio la consigna era no recibir los amparos en contra del tren mal llamado maya con el argumento de las restricciones ocasionadas por el COVID 19, pero la construcción y los planes continuaron a pesar de la pandemia.
De la misma manera, en el contexto del COVID 19 en el mes de abril del año pasado, al principio de la pandemia, las comunidades mayas denunciamos ante la comisión nacional de los derechos humanos que las comunidades mayas estaban siendo expuestas a contagios masivos de coronavirus ya que los trabajos continuaron a pesar de la pandemia, sin importar en lo más mínimo el respeto a la vida; la CNDH emite una recomendación a FONATUR (fondo nacional de fomento al turismo) y al director de la misma el arquitecto Rogelio Jiménez Pons que está al frente de la construcción del tren militar, para suspender todas las actividades no esenciales relativas al desarrollo de la megaobra, como es su costumbre, el gobierno de izquierda autollamado de la 4T, hizo caso omiso a las medidas cautelares en favor de las comunidades mayas.
Hemos denunciado la fragilidad del manto acuífero de la península de Yucatán, la sobrecarga a la que estará expuesto con la construcción de los polos de desarrollo o ciudades sustentables que es la manera como nos quieren vender el tren militar para aceptarlo, la península de Yucatán tiene su única fuente para abastecerse de agua para consumo humano del subsuelo, hemos denunciado de la misma manera la contaminación de los cenotes que son ojos de agua dulce distribuidos en todo el territorio maya y que cuentan con una singular belleza, cenotes en los cuales nuestros abuelos y abuelas se abastecen de agua para realizar las ceremonias o ritos dedicados a dar las gracias por la vida, por la cosecha, por el nacimiento de un niño o niña; para nosotros la conservación del agua del subsuelo y de los cenotes es fuente de vida, mientras que para los empresarios es fuente de dinero, a pesar de todas estas advertencias que se han realizado desde las comunidades mayas se continúa con la locura de construir un tren para beneficio de los dueños del dinero y el fortalecimiento de la militarización de nuestros territorios ancestrales.
Hemos denunciado la destrucción y deforestación de la selva que se ha mantenido en conservación gracias a los cuidados que se realizan en las comunidades, gracias a la realización de la milpa tradicional que aun seguimos practicando en toda la península de Yucatán; con la construcción del tren militar se cortarán miles de árboles y se desplazarán muchos animales para que en su lugar se pueda tender vías férreas, pensemos en la selva de Calakmul en Campeche la cual es considerada el segundo pulmón de América solo después de la selva del Amazonas en Brasil, esta selva será atravesada en su corazón y se derramará el espíritu de los hijos e hijas del maíz, es precisamente este tramo que será construido por los militares. ¡POR AQUÍ NO PASARA!
Hemos denunciado el daño irreparable que ya está ocasionando la construcción del tren militar en la vida de las abejas, no concebimos la vida sin la polinización que realizan nuestras hermanas, con sus manos y pies moldean la dulzura de todo lo que nos rodea; con la construcción del tren militar se ha anunciado la construcción de 9 grandes parques solares para dotar de electricidad a los polos de desarrollo y para iluminar las vías del tren, estos parques solares serán construidos en las tierras ejidales de las comunidades mayas, lo cual trae deforestación y conflictos sociales por la posesión de la tierra; las abejas corren el mayor riesgo de quedarse sin el polen que mantiene la vida del planeta, sin flores no hay vida. ¡LO HEMOS DENUNCIADO!
Se percibe actualmente una preocupación real en el gobierno federal autonombrado de la 4T, ya que este tren militar, proyecto insignia de la administración ya tiene retrasos evidentes, demandas de amparo que está enfrentando, comunidades mayas que se resisten a doblegarse ante el dinero, las obras en construcción enfrentan las condiciones ambientales y del suelo de esta región que ya hemos comentado anteriormente, el gobierno de la 4T está preocupado, es posible que no se termine en el tiempo programado, se está encaminando a los senderos del fracaso y tienen miedo, las comunidades mayas estamos despertando; el gobierno en su desesperación ha sostenido: el tren va porque va, gritos de desesperación e impotencia, ha llegado a decir que si es necesario el vendrá a supervisar las obras de manera personal cada 15 días o cada semana si es necesario. ¿Poder o frustración?
Ante este panorama en donde el gobierno está al servicio de la empresa y de los grandes capitales, las comunidades mayas hemos optado por defender nuestro territorio, en la asamblea de defensores del territorio maya Múuch’ Xíinbal nos hemos organizado para acompañar los procesos de defensa de las tierras ejidales, donde exista un campesino o campesina maya que se resista a vender, rentar o usufructuar sus tierras allá estaremos, nos mueve la tierna rebeldía de no permitir que estos intereses extranjeros nos roben y despojen lo que aún tenemos, sin territorio no hay vida, sin territorio no hay cultura, sin territorio no hay milpa, sin territorio no hay autonomía, sin nuestro territorio nada somos.
Es importante mencionar que los que caminamos acompañando la asamblea no estamos movidos por intereses económicos, esta asamblea Múuch’ Xíinbal (caminar juntos) no es una asociación civil, no es una cooperativa, no está afiliada a ningún partido político ni a ninguna religión, los que estamos caminando y que juntos somos asamblea lo hacemos con la plena convicción de defender el territorio donde vivirán nuestros hijos e hijas; ninguno de sus miembros cuenta con una remuneración económica, lo hacemos anteponiendo lo más valioso que tenemos, nuestra vida.
Bien lo dijeran las sabias palabras del comandante Zebedeo del ejército zapatista de liberación nacional: Esta lucha por la defensa del territorio es por la vida, dura toda la vida y no tiene paga, defender la vida no depende de si tenemos dinero o no, depende del compromiso y de poner el corazón por delante en la lucha.
Yucatán a 5 de mayo de 2021.
Este artículo fue publicado en el fanzine "Il Basso", No. 7
Presentado en Italia, en el marco de la Gira Zapatista en Europa.
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