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Tres presidentes etnocidas

Tres presidentes etnocidas

Imagen original tomada de la página web "El independiente"

Por Juan Carlos Faller M.


Fueron electos “democráticamente” en los tres países más extensos y populosos de América, que es epicentro actual de la pandemia. Las tres naciones que los eligieron son ricas en diversidad étnica y biológica, y hoy ocupan los primeros lugares mundiales en muertos por COVID-19. CIENTOS DE MILES DE MUERTOS. Trump, Bolsonaro y López. Etnocidas seriales, genocidas.


Aunque mucho se parezcan en sus metas, hay diferencias de estilo que merecen señalarse. Bolsonaro y Trump, por ejemplo, son inalcanzables en sus afanes criminales, pues son saboteadores muy activos –desde la cima del poder– contra quienes combaten la pandemia y su avalancha de dolor y muerte. La meta de ese par maligno es tan cínica y criminal como evidente y macabra: el exterminio de negrxs, latinxs, etnias indígenas y “minorías”... Primero los más pobres.


López en México es algo distinto, en cambio; no es tan salvaje ni tan sociópata como los otros dos ya que, sin perder el curso de sus metas etnocidas (razonadas, teorizadas y expresadas por FONATUR-4T en documento oficial), mantiene un estilo propio: le deja el embrollo inmenso de la pandemia al gabinete de salud (sin recursos pero pleno de mentiras y medias verdades) en pugna constante con los estados (plagados de gobernadores ineptos y frívolos, con sistemas de salud paupérrimos, llenos de faltantes y de necesidades urgentes) mientras él (Manuel López) sigue y sigue con sus giras presidenciales de infestación (cual Bolsonaro y Trump) dando banderazos a obras violatorias de la dignidad y los derechos colectivos de los pueblos originarios, alentando el atraco y el saqueo de tierras indígenas. López va con paso firme, eso sí, propagando el mal ejemplo cual campeón, contagiando falsas esperanzas mesiánicas, pregonando el uso de estampitas religiosas contra la pandemia y repartiendo sonrisas insalubres por doquier, cual reyezuelo sin cubrebocas y con corona de virus, incitando a una falsa normalidad que está matando a decenas de miles de mexicanos y que se está ensañando con los indígenas, con los pobres, con los marginados... Así es López Obrador, el presidente genocida con su tren etnocida.


Hay otras diferencias marcadas en este trío de presidentes macabros (campeones de la muerte en América y el mundo): uno habla Inglés, otro Portugués y otro Español. Uno es muy blanco y güero, y los otros dos no tanto. Además, Trump y Bolsonaro se expresan con la jerga bruta de los genocidas seriales que son, pero López es más un ególatra al estilo Echeverría (en sus tiempos de asesino serial al servicio de la CIA) y se comporta como tal, con su propio FONATUR, su discurso izquierdista “de giro positivo”, sus múltiples traiciones y demás. Dice Donald (el mentiroso más famoso de los tres) que “López Obrador es el mejor presidente que ha tenido México”. Así le ha de servir.


Pero diferencias aparte, la eficacia genocida de este trío presidencial es evidente: América es hoy el epicentro mundial de la pandemia, con EEUU, Brasil y México (por orden de tamaño, población y muertos) a la cabeza. Algo tienen en común estas tres naciones gobernadas por reyezuelos genocidas: sus “democracias” son estructuras racistas y discriminatorias, hechas con el poder de mafias partidistas y grupos económicos para los que el dinero es lo primero y la gente es lo de menos. Y el resultado es claro. ¿De qué otra forma podrían haber llegado a sus altas sillas estas tres almas podridas? (J.C.F.M., Jo’, Yucatán, 20 de julio de 2020)

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