¿Qué pasa con la energía en Yucatán y el mal llamado Tren Maya?
En los últimos años se han presentado fallas en el suministro energético en la Península de Yucatán, la puesta en marcha del mal llamado Tren Maya trajo consigo una serie de obras de infraestructura en Yucatán realizadas por el gobierno del estado con el apoyo de la adminsitración federal que están demandando un mayor consumo energético, esto ha justificado la construcción (de) dos centrales de ciclo combinado: Mérida IV (499 MW) y Riviera Maya (1,020 MW), anunciadas en enero de este 2023 que no necesariamente resolverán la problemática de distribución de electricidad actual.
La situación energética en Yucatán quedó de lado de la agenda política y económica nacional con el anuncio y construcción del Tren, sin embargo, investigadores han denunciado dicho déficit de energía generado principalmente, por el auge del turismo masivo en el vecino estado de Quintana Roo, es pertinente entonces recordar que Yucatán es la entidad encargada de proveer de energía eléctrica a toda la Península.
Éste déficit ha provocado fallas en el sistema eléctrico para la transmisión de dicha energía, esto sirvió de argumento en su momento para impulsar la aprobación de más de una veintena de megaparques de energía renovable sin consultar a las comunidades mayas donde se pretendían instalar, actualmente existen cinco megaparques de energía renovable operando en Yucatán: dos solares y tres eólicos que según empresarios, producen el 10% del total de la energía generada en la entidad y que es destinada a empresas privadas.
Tanto el mal llamado Tren Maya, como las obras complementarias: el sistema de transporte eléctrico IE-Tram y el propio Tren, se anuncian como sustentables al operar solamente con energía, argumentando que ésta será satisfecha con la operación de las centrales de ciclo combinado y eventualmente con la energía renovable pero aunque la generación de energía aumente, la entidad no cuenta con la infraestructura necesaria para su transmisión.
La situación energética de la Península se han dejado de lado del discurso oficial, autoridades estatales promueven el uso de energías renovables como paneles solares en el sector empresarial, ofrecen estimulos fiscales a quienes sean propietaros de una vivienda y cuenten con una instalación de este tipo, sin embargo, aún son incosteables para el grueso de la población, de manera que hasta el día de hoy el acceso a este tipo de energía recae en el sector privado y las entidades de gobierno sin que exista un proyecto o programa que beneficie a las comunidades de Yucatán en cuánto al pago de consumo de energía eléctrica, vale decir además que es el segundo estado con las tarifas eléctricas más elevadas de todo el país.
Lo anterior ha sido utilizado como capital político para el impulso del uso de energías renovables, los megaproyectos se han presentado como una opción para la reducción en los costos de consumo energético sin que esto haya sucedido hasta el día de hoy, esto se suma a los riesgos que trae consigo la obra del mal llamado Tren Maya, tanto en su etapa de construcción como su operación, así como al resto de proyectos que se anuncian como amigables con el ambiente por ser 100 por ciento eléctricos, riesgos para su operación y riesgos para las y los habitantes de Yucatán que además de pagar altas tarifas eléctricas, lidian con apagones constantes en las temporadas de calor que se han intensificado además por la llegada de migrantes de otros estados y paises centroamericanos.
La imposición de los megaproyectos de energía eléctrica ha generado procesos de despojo en las comunidades mayas que se han intensificado en los últimos años con la construcción del Tren, por ello es más que necesario no dejar de lado el tema energético pues al final del día, todos los los programas gubernamentales se construyen desde un enfoque prioritariamente economicista donde las comunidades indígenas son las más afectadas, es por ello se hace necesario pensar y construir otras formas para generar energías alternativas y la reducción del consumo energético, tal como lo plantean las comunidades del norte de Puebla ¿energía para qué y para quién?.
Sandra Gayou Soto
Septiembre, 2023.
Fotografías: Haizel de la Cruz
