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Reunión Pública de Información: las eólicas, sus cómplices y la vil maña de mentir


“Reunión Pública de Información” sobre la ampliación del Parque Eólico Tizimín, de la empresa “Fuerza y Energía Limpia de Tizimín, SA de CV”. Foto: Noemí Martínez

Por: Juan Carlos Faller Menéndez


El jueves 21 de noviembre acudimos al poblado de Yohactún de Hidalgo, Tizimín, para participar en la mal llamada “Reunión Pública de Información” sobre la ampliación del Parque Eólico Tizimín, de la empresa “Fuerza y Energía Limpia de Tizimín, SA de CV”. El evento, organizado por la SEMARNAT en coordinación con la empresa, fue todo lo que ya esperábamos que fuera: una burda simulación donde los personeros del negocio se la pasaron toreando y evitando responder a las preguntas de los asistentes, ante la vista, paciencia y respaldo de los representantes de la SEMARNAT en su triste papel de organizadores y “moderadores” de las no-respuestas de la empresa.


Sirvió nuestra asistencia para corroborar lo que se dijo en el artículo anterior (“Los parques eólicos en Yucatán: evidencia de crímenes ambientales y de silencios cómplices”): estamos ante empresas corruptas y corruptoras, que se han instalado en Yucatán a fuerza de mentiras, sobornos y complicidades con funcionarios e instituciones públicas, tanto federales como estatales y municipales.


No vimos en Yohactún a ningún representante de los organismos privados que han sido señalados por sus silencios cómplices: Pronatura Península de Yucatán, Universidad Marista de Mérida, The Nature Conservancy, y la Fundación Pedro y Elena Hernández. Ninguna de ellas se asomó. Así, ocultándose ante la evidencia y evadiendo su responsabilidad moral y ética, siguen estas instituciones privadas cumpliendo su vergonzoso papel de cómplices de los crímenes ambientales de las empresas eólicas, solares, porcinas y demás.


A continuación, una breve lista de las irregularidades observadas en el evento del jueves 21 de noviembre:


1) No pudimos ver a ningún habitante de Yohactún de Hidalgo en la reunión, y un recorrido por el pueblo nos permitió ver que no había ningún letrero o anuncio sobre el evento. Casi todos los asistentes (unos 30, un tercio de los cuales eran empleados de la empresa, sin uniforme para aparentar mayor aforo) acudimos desde Mérida y fuimos achocados en el pequeño local de la eólica, llamado tramposamente “Casa Abierta”.


2) Una pregunta formulada en lengua maya por uno de los asistentes (proveniente de Valladolid) hizo evidente que la SEMARNAT no contrató a ningún traductor para esta “Reunión Pública de Información” efectuada en un poblado de mayahablantes. “Es que no hay recursos”, trató de justificar el moderador federal.


3) El promovente y representante legal de la empresa, repitió las mismas mentiras y simulaciones que aparecen en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), ante la vista y paciencia de los representantes de la SEMARNAT y de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SDS) de Yucatán. Ninguno de los reclamos y quejas por las no-respuestas valió para algo. “No los podemos obligar a responder”, trató de justificarse el de la SEMARNAT.


“Reunión Pública de Información” sobre la ampliación del Parque Eólico Tizimín, de la empresa “Fuerza y Energía Limpia de Tizimín, SA de CV”. Foto: Noemí Martínez

Por otra parte, de las no-respuestas de la empresa eólica se hizo evidente que ni siquiera está cumpliendo con el resolutivo que emitió la SEMARNAT para la primera fase (actualmente en operación) del proyecto, en los aspectos siguientes:


1) La empresa debería estar haciendo una búsqueda sistemática de los cadáveres de aves y murciélagos que las turbinas están matando, para así poder estimar el número total de colisiones. Pero cuando en la reunión de Yohactún se hizo la pregunta respectiva, los de la empresa respondieron que "el personal de mantenimiento de las turbinas" es el encargado de echar un ojo cada tres o cuatro días. (Barbaridades de este tipo son las que se traga la SEMARNAT sin chistar.)


2) Las empresas eólicas del cártel criminal llamado “Agrupación Peninsular de Energía Renovable” (APER) no están cumpliendo con hacer el estudio regional de las rutas de las aves migratorias en el norte de Yucatán, pues esto solamente sería posible con el uso de un radar, que las eólicas han evitado a toda costa. Se supone que la APER presentó una propuesta para el marco metodológico de dicho estudio a la SEMARNAT, y que fue aceptada, pero nadie sabe qué contiene el documento. Bien guardado se lo tienen, pues es otra prueba de la complicidad federal y de la omisión del gobierno estatal (de la SDS en particular) de vigilar el aspecto ambiental de los proyectos de este tipo implementados en su territorio. (Hay que recordar que Sayda Melina Rodríguez Gómez, titular de la SDS, provino directamente de la Universidad Marista de Mérida, donde fue la Coordinadora de Enlace y Administración Ambiental de 2007 a 2015).


3) Los trabajos de monitoreo (post-construcción) de la fase 1 del parque eólico deben contar con el aval de una institución académica, para lo cual la APER escogió a un casi desconocido “Instituto Tecnológico Superior Progreso” (ITSP), de la Secretaría de Educación Pública (SEP federal), que ni siquiera tiene biólogos (aunque sí una carrera de energías renovables). Es decir, el cártel de la APER siguió el mismo modelito usado con la Universidad Marista de Mérida (UMA): le llegaron al precio (que seguramente fue más bajo que el de la Marista).


Y aparte de todo lo anterior, en el “Acta Circunstanciada de la Reunión Pública de Información” (elaborada por la Dirección General Adjunta de Participación y Atención Ciudadana de la Unidad Coordinadora de Participación Social y Transparencia de la SEMARNAT, cuyo titular es el Lic. José Luis Juan Bravo Soto), y en consonancia con el cinismo de la empresa eólica, se dice que el moderador del evento (Lic. Bravo Soto) expresó “la posibilidad de formular preguntas de manera verbal”, y que “ningún asistente quiso”. El Lic. Bravo es un mentiroso; él dijo (y lo reiteró) que las preguntas sólo podrían hacerse por escrito, y no permitió que se le cuestionara verbalmente al representante de la eólica sobre las preguntas (bastantes específicas, por cierto) que no estaba respondiendo. (¿Actúa el Lic. Bravo Soto por consigna de “más arriba” o por iniciativa propia? ¿De dónde viene la maña?)


En fin. Reiteramos todo lo dicho en el artículo “Los parques eólicos en Yucatán: evidencia de crímenes ambientales y de silencios cómplices”: estamos ante delincuentes ambientales, asesinos de flora y fauna silvestres, que están perpetrando sus crímenes gracias al apoyo que reciben de funcionarios corruptos (estatales y federales) y al silencio cómplice de asociaciones civiles vendidas, hipócritas y cínicas.


Eventos como la “Reunión Pública de Información” en Yohactún de Hidalgo sirven, al menos, para corroborar y hacer más evidente lo anterior. (J.C.F.M., 28 de noviembre de 2019)


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