Parques eólicos amenazan la sostenibilidad en Yucatán

Mérida Yucatán, 27 de febrero de 2018

El pasado sábado 24 de febrero en el salón Kú del ITM (Instituto Tecnológico de Mérida) se llevó a cabo el foro “Transición Energética Sostenible” realizado por la Red Ciudadana por la Sostenibilidad en Yucatán. A este foro acudieron como invitados especiales integrantes de Articulación de Energía Sustentable en Yucatán, un colectivo conformado por académicos, miembros de la sociedad civil y comunidades mayas.

En la conferencia, miembros expertos de esta agrupación comentaron que la transición de combustibles fósiles a energías renovables debe hacerse siguiendo un modelo de sostenibilidad en el que se analicen los proyectos y se convoque a la participación ciudadana. “Sin embargo, actualmente no ha habido un proceso de planificación adecuado y se le ha dado prioridad a los criterios económicos al autorizar megaproyectos sin la realización de los estudios necesarios correspondientes”, expresó Jazmín Sánchez, integrante de Articulación Yucatán. Esto significa que la transición a <energías limpias> en realidad puede convertirse en una gran devastación ecológica.

SEMARNAT ha autorizado la construcción de parques eólicos en el estado de Yucatán sin hacer caso de la EAE (Evaluación Ambiental Estratégica), una herramienta metodológica de gestión ambiental que involucra criterios de regulación ecológica y políticas de ordenamiento territorial con el fin de llevar a cabo nuevas políticas públicas sostenibles. En Marzo de 2016, 9 de los 11 grandes proyectos que resultaron ganadores en la subasta de energía eléctrica realizada por SENER (Secretaría de Energía) están planeados llevarse a cabo en Yucatán.

Por poner un ejemplo, el Parque Eólico Dzilam de Bravo está lleno de irregularidades ya que atenta contra el valor ambiental de la zona costera, representa un posible impacto negativo a las actividades locales ecoturísticas y un grave peligro para las miles de aves migratorias que llegan cada año a las costas yucatecas, lo mismo que para las aves endémicas de la región.

Por otro lado, el parque eólico de Tizimín estaría pegado a la zona de Río Lagartos, a 12 kilómetros de Yokdzonot Carretero y a 14 de la Costa.

Fueron muchas las dudas que surgieron entre los asistentes al foro...¿Vale la pena destruir dunas costeras (anticiclónicas), asesinar miles de aves, despojar indígenas de sus tierras a base de engaños, modificar el uso de suelo entre otras cosas a cambio de exportar energía a los grandes hoteleros de Quintana Roo? Alfonso Munguía, profesor investigador del ITM e integrante de Articulación Yucatán comentó que Yucatán es autosuficiente energéticamente mientras que Quintana Roo no y con la costrucción de los parques eólicos se pretende exportar energía a nuestro vecino estado.

A pesar de todo, cámaras empresariales como CANACO y CANACINTRA están a favor de que se construyan grandes molinos de viento en lugares donde las investigaciones llevadas a cabo por especialistas advierten que tendrán un impacto ambiental negativo. ¿Quiénes se van a beneficiar realmente de los aerogeneradores? ¿La energía del viento se ha convertido únicamente en otro negocio rentable? ¿No sería mejor utilizar otras energías alternativas y al mismo tiempo empoderar a las comunidades?

Sergio Oceransky, experto en energía eólica y fundador de Grupo Yansa, también estuvo presente en el foro organizado por la red ciudadana y apeló a una distribución más justa y democrática de los recursos energéticos, en la que se tomen en cuenta e incluyan a las comunidades.

Todos estamos a favor de las energías renovables, lo que exigimos es que los proyectos estén bien planificados, que se realicen los estudios necesarios antes de su aprobación y que los costos a pagar no sean más altos que los beneficios.

RED CIUDADANA POR LA SUSTENTABILIDAD EN YUCATÁN.