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Mauricio Vila y el lío agrario en Yucatán


Audiencia: San José/Foto: Haizel de la Cruz

Tal y como se veía venir, el asunto de la compra irregular de tierras ejidales en Yucatán se está complicando cada vez más. Y aunque en apariencia las cosas están revueltas, algunas me han quedado bastante claras en lo particular.


La primera es que el grupo de personas que ha tomado las instalaciones de la Procuraduría Agraria en el centro de Mérida trabaja por consigna y se comporta como grupo de choque, lo cual fue evidente cuando intentó evitar por la fuerza -con gritos, insultos y amenazas- la conferencia de prensa que las autoridades de varios ejidos dieron en el restaurante “Los platos rotos de Frida” el pasado miércoles 17 de julio.


Otra cosa que me queda clara es que el grupo de choque lidereado por Salvador Arteaga Trillo y por Julio Balam Escamilla está a favor de la venta de tierras ejidales. Esto lo descubrí de manera casual el jueves 18, al ver el noticiario nocturno de TELESUR que, tendencioso como el que más, le abrió obsequiosamente el espacio al grupo de Arteaga y Balam para que ofreciera sus argumentos, que fueron en el sentido de que el vender las tierras al mejor postor es su derecho. Lo cual confirma la acusación de que Arteaga, Balam y su grupo de choque son aliados de los empresarios especuladores que ven amenazados sus negocios de compra de tierras ejidales, y por tanto deja en claro quiénes son los patrocinadores del grupo de choque que ha bloqueado las instalaciones de la Procuraduría Agraria. Las autoridades ejidales señalan en particular a un mafioso francés de nombre Olivier Dutoit, que pretende apropiarse de tierras del ejido de Motul, y que para ello ha contratado a Julio Balam y a Salvador Arteaga para que le hagan el trabajo sucio.


Con el simple uso del sentido común, la lógica y una dosis de buena información puede el ciudadano común y corriente darse cuenta de cómo están las cosas. Pero la buena información es un bien muy escaso en Yucatán, ya que abundan (como en todo México) los medios de comunicación venales, como TELESUR, que aunque pretendió favorecer al grupo de choque de Arteaga y Balam con una cobertura tendenciosa y sesgada, finalmente acabó perjudicándolo al mostrar sin matices su verdadera motivación: no la legalidad, no la justicia, sino simplemente el dinero, llegue como llegue.


(Para estar bien informadxs sobre el saqueo de tierras ejidales, es mejor dejar de lado los medios de comunicación tradicionales y recurrir a los alternativos que hayan demostrado su compromiso con la verdad y la decencia informativa, siendo Maya Politikon -mayapolitikon.com- un buen ejemplo.)


Hay que reconocerle, momentánea y parcialmente, un par de puntos a favor del gobernador Mauricio Vila Dosal en relación con el asunto, a saber:


1) El mes pasado quitó de la Dirección de Asuntos Agrarios de la Secretaría General de Gobierno a Tonatiuh Villanueva Caltempa, quien fue señalado en una entrega anterior como cómplice de Alejandro Escoffié Gamboa en el intento de robo de tierras ejidles de Ixil. Sin embargo, Villanueva no fue separado del gobierno estatal -como exigiría mínimamente la ética y la decencia- sino que sólo fue movido a un puesto del mismo nivel directivo. A leguas se ve que el gobernador Vila tiene un compromiso político con las mafias partidistas. Por su parte, al nuevo director de Asuntos Agrarios, Roger González Herrera, no lo precede la mejor de las famas ni se ve ni se sabe que tenga los tamaños para arreglar el cochinero que le dejó Villanueva Caltempa. Seguirá González, tal vez sí, la línea que le marque su jefe Vila.


2) El desempeño sensato de las policías estatal y municipal evitó la agresión física del grupo de choque comandado por Arteaga y Balam en contra de las autoridades ejidales que denunciaron a los empresarios saqueadores de tierras, y la rueda de prensa del miércoles pasado pudo realizarse según lo planeado.


Sin embargo, la evolución y desenlace del estado actual de cosas es responsabilidad directa del gobernador Vila, pues es obvio que cuenta con toda la información, los medios y el poder para desmontar esta crisis provocada por la codicia y la corrupción de unos cuantos, mismos que han sido señalados con nombres y apellidos por las autoridades de más de una docena de ejidos (entre ellos los de Motul, Seyé, Muxupip, Ixil, Hunucmá, Conkal, Valladolid y Chocholá), quienes ven en el procurador agrario Alfredo Ramírez Gómez un aliado de la justicia.


Pero la mafia de los saqueadores de tierras ejidales sigue moviendo sus piezas y está bien posicionada, incluso dentro del círculo familiar del gobernador Vila Dosal. Ya veremos si éste puede anteponer la ley y el bien común -como juró ante la Constitución- a los negocios de amigos y familiares. (J.C.F.M, 19 de julio de 2019)

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